Retratos – La vendedora de artesanías

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Resultado de imagen para manterosElla tiene la piecita más chiquita de la pensión. Tiene una ventana de medio metro de ancho que da al patio, desde donde puede ver el verdor de las plantas colgantes que algunas vecinas se ocupan de mantener. Si te la cruzas en el patio siempre está sonriente. La vida sonríe a los que saben vivir. Y ella parece saber el cómo… porque nunca se queja, nunca protesta, nunca pone mala cara.

Todos los días se levanta ni muy temprano ni muy tarde. Lo justo para tener un día de trabajo por delante. A veces se la ve salir con su mochila vacía. A la vuelta, un par de horas después, la trae repleta de hilos de nylon y cuentas de plástico y de madera. Con virtud de artesana comienza su tarea de ensartar las cuentas para convertirlas en una pulsera o un collar. Así pasa las horas, mate va, mate viene, una cuenta roja y otra verde. Y prepara muchas, las suficientes para recorrer las ferias.

Algunas veces se va a tomar un micro para llegar a una feria distante. Allá va con su mochila y un bolso de mano para llevar la manta que será su vidriera. Otras se la ve en la plaza, cerca de un árbol que le da un poco de reparo. Cientos, miles de personas han desfilado valuando sus artes y como una hormiga va reuniendo lo suficiente para pagar el alquiler y un kilo de papas, aunque la metáfora de la hormiga no le gusta mucho.

A la noche se despierta su celular. Se la puede ver pegada a la puerta de entrada para captar señal. Tiene un montón de amigos, de los que no se amedrentan por una lluvia o una ventisca.

Y con el frío no decaen sus fuerzas. Tiene un poncho grande y cálido que le permite seguir para adelante.

Tal vez algún día vuelva a conseguir un trabajo como el que tenía antes, en un negocio. Por ahora (desde hace unos años) es artesana y como el arte sana, sus heridas no confesadas parecen estar cicatrizando.

6 comentarios sobre “Retratos – La vendedora de artesanías

    Tirma Tiatula escribió:
    6 septiembre, 2018 en 5:47 pm

    Sabes Mirna?, tu vendedora de artesanía es una mujer feliz, no se amarga por los sinsabores de su vida, le saca partido y esto dice mucho de tu protagonista.
    Si me lo permites, quizás evitaría al menos uno de los dos diminutivos tan seguidos de esta frase inicial: «Ella tiene la (piecita) más (chiquita) de la pensión», la historia tiene la suficiente carga de ternura para no minimizarla en «ita»,
    hay una frase en la que dices “La vida sonríe a los que saben vivir”, y creo que esa es la esencia de tu relato.
    Un cariñoso abrazo y hasta pronto compañera.

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      mireugen respondido:
      6 septiembre, 2018 en 8:46 pm

      Muchas gracias, Tirma. Tomo nota del consejo y la verdad que sí, creo que la protagonista tiene una gran sabiduría.
      Un abrazo y hasta pronto.

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    sophierasil escribió:
    6 septiembre, 2018 en 8:15 pm

    Precioso, Mirna. De verdad que me ha encantado.
    Te felicito.
    Un abrazo.

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      mireugen respondido:
      6 septiembre, 2018 en 9:27 pm

      Muchas gracias Sophierasil. Me alegro mucho.
      Un abrazo

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      mireugen respondido:
      6 septiembre, 2018 en 11:13 pm

      Gracias Sophierasil. Es un placer. Un abrazo

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    talirosu escribió:
    10 septiembre, 2018 en 11:09 am

    Me encanta eso de que el arte sana. Un placer leerte.

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