Mes: marzo 2020
Secretos desde la trinchera – V
Al día siguiente convencí a mi madre de que me dejara ir sola a la casa. Le expliqué que vendría Andrés, mi amigo de la galería, a revisar los cuadros, y que no podríamos limpiar en medio de tal delicada actividad. En realidad, esperaba tener todo el día para revisar cada resquicio del lugar. Debía encontrar más, no solo el oro sino algo que me ayudara a comprender ese entramado de cosas ocultas. Además, por palabras de mi abuela: “el juego aún se sigue jugando”, así que no había dudas de que debía seguir investigando. Leer el resto de esta entrada »
Una nave especial
¡Hola, amigos!
Con este relato participo de esta edición del Tintero… de David Rubio, en homenaje a un muy querido autor de ciencia ficción: Ray Bradbury, y su obra Crónicas marcianas.
Espero que lo disfruten.
Secretos desde la trinchera – IV
Guardé la carta, con gran disimulo, en mi bolsillo y me dispuse a terminar la limpieza, pensando que mi abuelo había corrido un gran riesgo al dejármela y pedirme que mi madre no se enterase. Él debió haber pensado que ella estaría allí, conmigo. ¿Qué clase de secreto era este? ¿Qué relación tenía con mi madre?
─Voy a poner en esta caja todo lo que no sirva ─interrumpió ella, pragmática─. Terminemos con esto. Tráeme todos los papeles amarillos que encuentres y las cosas que parezcan en mal estado. Leer el resto de esta entrada »
Secretos desde la trinchera – III
Mi madre seguía en lo suyo. Desde que se había recogido el cabello en un tocado con un pañuelo, nada la apartaba de su misión, sobre todo ahora que había reunido coraje para revolver las cosas de sus padres. Sin embargo, mi grito la desconcentró.
─¿A quién encontramos? ─preguntó mi mamá.
─¡A Víctor! El abuelo era pintor. ¡Él era Víctor!
De inmediato nos abocamos a la tarea de apreciar todas las pinturas. Sus trazos, sus pinceladas, su paleta, todo hacía creer que la realidad se prolongaba en esos lienzos. Eran pinturas hermosas y estremecedoras, por los sentimientos que inspiraban, unas por el amor, otras por el horror. Leer el resto de esta entrada »
Secretos desde la trinchera – II
El cuarto dejaba pasar una luz oblicua y amarilla. Miré hacia la ventana y pensé cómo cambian las ideas viendo las cosas desde otro ángulo. Esa mujer, ese hombre, esa pareja, que siempre se habían mostrado cariñosos, que se prodigaban miradas de entendimiento silencioso, ahora aparecían, a mis ojos, más jóvenes, más misteriosos, más vivos. El recuerdo de alguien hace que esa persona prolongue su existencia, yo estaba asistiendo a un renacimiento, no porque hubiera olvidado algo de lo que eran, sino porque estaba conociendo una faceta oculta que resignificaba muchos de mis recuerdos.
Seguí hurgando entre las cosas con ánimo de encontrar algo más. Había papeles y apareció un nuevo sobre con mi nombre en el frente y la letra inconfundible de mi abuela. Una emoción súbita me hizo romper el sobre, pero me decepcionó encontrar solo una hoja con una frase: “El juego que jugábamos, se sigue jugando”. Una ráfaga de recuerdos me vino a la memoria. Jugábamos muchas cosas con la abuela, nuestro juego preferido era el Dr. Jekyll y Mr. Hyde. Yo era alternativamente un científico y un monstruo, y ella me perseguía por la casa, dejando a nuestro paso un tendal de objetos caídos sobre el piso. De pronto reaccioné. No se trataba de ese juego, era el otro, el de los espías, y era necesario que siguiera la búsqueda de pistas. Leer el resto de esta entrada »