Muertes curiosas
Muertes curiosas – Enfrentarse a la bebida
¡Hola, amigos! Se va terminando el año y esta serie de «Muertes curiosas» también va llegando a su fin. No es un final definitivo. Tal vez, dentro de un tiempo vuelva con nuevas ideas y nuevas curiosidades. Como siempre les digo: conjuramos a la muerte para que sea más benigna con nosotros. Ha habido tanto ajetreo con lo del Covid, entre otras cosas, que creí que hacía falta un poco de humor negro. Los dejo ahora con el relato que, espero, les provoque una sonrisa.

Muertes curiosas – El dilema
¡Hola, amigos! Hoy comparto con ustedes un nuevo caso que, en algunos de ustedes puede despertar un sentimiento especial. Porque muchos de ustedes despuntan el vicio de escribir y la muerte de hoy es la de… Bueno, no les voy a anticipar la historia. Van a tener que leerla, para bien o para mal. Espero que les guste y, como ya saben, los comentarios siempre son bien recibidos.

Muertes curiosas – Ni tan calvo, ni con dos pelucas
¡Hola, amigos! Vuelven las muertes curiosas, con un caso que no podemos decir que esté «tirado de los pelos». Con un poco de humor, hacemos frente a la muerte, esa villana que se presenta cuando menos lo esperamos. Si hubiera que elegir un funeral, muchos elegiríamos uno alegre, con buenos recuerdos y anécdotas graciosas. Este caso podría ser uno de ellos. Los dejo con la historia.
Muertes curiosas – El ave fénix
¡Hola, amigos! Hoy vuelven las muertes curiosas, de esas que nos dejan una sonrisa o una expresión de sorpresa. Seguimos conjurando a los espíritus para que nos hagan más llevadera la pandemia y nada mejor que convocarlos con algo de risa. Aquí los dejo con el relato.

Muertes curiosas – Lengua bífida
¡Hola, amigos! Y vuelven las muertes curiosas para intentar burlar a la parca. Esta vez se trata de un caso bastante común, diría tradicional. Muchas veces usamos la expresión «murió por su propia lengua» o «si se muerde se envenena». En fin, los dichos populares siempre tienen una raíz real y condensan en una breve imagen todo un universo de sentido. Este es un ejemplo. Los dejo con el relato.
Muertes curiosas – La luz refulgente
¡Hola, amigos! Esta entrada de Muertes curiosas, la escribí pensando en la convocatoria de El tintero de Oro, de David Rubios en homenaje al libro La maldición de Hill House de Shirley Jackson. Sin embargo, va fuera de concurso, debido al galardón que me otorgaron en la propuesta anterior. Como no concursante, entonces, me sentí más relajada y me puse a experimentar. No sé si es tan terrorífico, ni tan fantasmagórico como propuso David, pero algo de eso hay.
Les cuento un poco como nació el relato:
En la publicación del 2 de marzo de 2019 de la revista digital “El vuelo de la lechuza” https://elvuelodelalechuza.com/ (que dicho sea de paso me parece excelente y la recomiendo), encontramos un artículo muy interesante llamado “Entre Poe y Freud: el ser humano y lo siniestro”. En el mismo se dice que “Freud desarrolla su definición de lo siniestro apelando al filósofo Schelling, quien a su vez lo define como “Aquella suerte de espanto que afecta las cosas conocidas y familiares desde tiempo atrás”. Para sustentarlo toma el significado de los términos unheimlich, Heimlich y heimisch y los asocia entre sí, entendiendo que el primero alude a lo lúgubre y sospechoso, heimlich a lo oculto y sospechoso y heimisch a lo hogareño o familiar.
Más adelante, el artículo menciona que lo siniestro impacta acompañado de una atmósfera adecuada, sombría, en su mayoría, por ese motivo, suele acontecer en una tormenta, mar bravío, cielos oscuros, lugares misteriosos.
De allí que me surgió una idea. Me pregunté: “¿Y si en lugar de la oscuridad, fuera la luz nuestra fuente de espanto?”. Entonces me propuse a escribir algo dotado de una atmósfera luminosa en sentido literal, que infundiera terror. ¿Puede la luz generarnos algún tipo de terror? ¿Puede obrar sola o debe estar acompañada de algún elemento adicional?
Y surgió la historia que sigue. Pero… si sobreviven a su lectura, como se trata de un experimento, les estaré enormemente agradecida si me dejan su opinión. Los dejo con ella. Y desde ya les pido que por favor disculpen las profesiones que tuve que invocar para el desarrollo del relato, se ha debido a una cuestión de fuerza mayor. Ahora sí.
Muertes curiosas – Felicidad plena
¡Hola, amigos! ¿No es cierto que los payasos provocan sentimientos encontrados? A algunos hacen reír, a otros asustan. Conozco a quien se cruza de vereda al ver uno (y debo decir que dejó de ser niña hace mucho tiempo). Aquí les traigo un relato en el que risa y llanto se encuentran presentes en la vida de este payaso. Y la muerte puede parecernos de lo más ridícula.
Muertes curiosas – Feliz por un día
¡Hola! Estamos aquí exorcizando a la muerte. ¿No es cierto que a veces necesitamos reír un poco sobre aquellas cosas que nos generan ansiedad o temor o dolor? En esta ocasión, haremos uso de un poco de humor negro y, si me lo permiten, algo de picardía.

Muertes curiosas – Las verrugas mágicas
¡Hola! Hoy les entrego una nueva entrada sobre muertes que se las traen. A veces morir no es dejar de vivir, puede ser cambiar de vida, renacer a otra forma de estar en la vida. Espero que disfruten este micro.

Muertes curiosas – Indigestión de melones

Joel quería deshacerse de su granja. La había heredado de su abuelo, quien se la había encargado antes de morir. Pero Joel prefería trabajar en un kiosco a tener que cuidar las cosechas.
- 1
- 2
- Siguiente →