terror
Monstruos americanos – La culebrilla
¡Hola, amigos! Hoy vuelven los monstruos… Algunos son seres horribles e inmensos, otros microscópicos, pero no por ello menos horrorosos. Como este, que tiene su base en una enfermedad.
La culebrilla o herpes zóster es el nombre que se le da a una enfermedad generada por el mismo virus que la varicela y que provoca una erupción en la piel que se extiende formando un cordón. Se cree que cuando la línea o culebra une sus dos extremos (la cabeza se junta con la cola) se produce la muerte del portador. Hay quienes aseguran que se cura frotando un sapo sobre la culebrilla para que este absorba el veneno. Otros la curan escribiendo con tinta china en ambos extremos las palabras Jesús, María y José.
Mitos urbanos – Una puerta para Rufina
¡Hola, amigos! ¿No es cierto que nuestra vida, a pesar de la tecnología y la razón imperante, está llena de mitos? Parece mentira, pero estos mitos se propagan con la tenacidad del agua y hacen su aparición en los lugares más inesperados. En este caso les traigo un mito de manual, si se me permite la expresión, porque es un mito ligado a un cementerio. Lugar que genera múltiples sensaciones, es el sitio ideal para hacer desbordar nuestra imaginación. Los dejo con el relato que es una recreación del mito original.
Especial Halloween – Del fuego a la nieve
¡Hola, amigos! Hoy no podía faltar nuestro homenaje a la festividad del terror y del horror. Si bien no es una fiesta local, ya saben que me gusta incursionar en el tema. En este caso, les traigo un cuento corto que les dará unos calosfríos. Pero no se asusten, es solo ficción.
Toc, toc, toc
¡Hola, amigos! Llega otra propuesta de David Rubio en su Tintero de Oro. Este mes, con un grande entre los grandes. La idea es homenajear a Edgar Allan Poe y qué mejor que tomar un elemento de alguna de sus obras y crear un relato bien gótico. Esa es la premisa y con esa idea trabajé para lograr el relato que les comparto a continuación. Al final del mismo, para los distraídos, les comento cuál fue el elemento que elegí. Ojalá lo disfruten y se les erice la piel. (risa macabra…)
La sala, presa de la más tangible negrura, resonaba con un golpeteo constante de anciano con bastón.
-Toc, toc, toc.
El tiempo nos permite desplegarnos, pero también nos puede hacer su presa. El tiempo, viejo tirano, amigo del olvido, hoy es mi enemigo.
Monstruos americanos – Yacumama
¡Hola, amigos! Vuelven los monstruos de mi tierra, algunos son realmente terroríficos como este que linda entre el fantasma o el mito y la pura verdad. ¿Qué más puedo decir? Desde los cuentos de Horacio Quiroga se puede sentir o imaginar lo que implica vivir en la selva, en ese lugar que guarda misterios y sorpresas en medio del claroscuro de su follaje. Lo que van a leer está inspirado en esas historias. Espero que les guste.

El cuervo y las ratas
¡Hola, amigos! Se acerca otro Halloween y es una buena excusa para jugar a asustarnos. Hay muchas formas de provocar espanto, hay muchas cosas que pueden hacernos temblar. Algunos prefieren el suspenso, otros el horror y otros más el terror. En el relato que hoy les traigo hay un poco de cada cosa, en dosis pequeñas, no sea cosa que alguien se infarte. Vaya como aporte a estas festividades importadas.
La sonrisa – micro terror
¡Hola, amigos! Hoy les comparto este micro que participó en la convocatoria de terror de Tabula Escrita. El relato tuvo el honor de conseguir el 2do puesto y por eso le agradezco infinitamente a la gente de Tabula. A veces el terror se encuentra detrás de lo más inesperado. A veces se encuentra detrás de lo aparentemente inofensivo.
Los dejo con la sonrisa…
La sonrisa comenzó a brillar en la oscuridad gélida y viscosa. Y la sonrisa, extensa, dientuda y filosa, parecía una baliza en una carretera nocturna.
La niña se tapó con la sábana. No podía soportar la visión. Hizo lo único que se le ocurrió: comenzó a contar los botones de su pijama.
Uno, dos, tres… Y asomó la cabeza. La sonrisa había desaparecido.
Uno, dos, tres… Y asomó la cabeza. La sonrisa ahora era tan grande que abarcaba la cama entera y la niña no la notaba porque se encontraba en medio de la cavidad bucal.
Uno, dos, tres…
(C) Meg
Fantasma de niebla
¡Hola, amigos! Hoy les traigo un micro que puede producirles algo de terror, y si no es así, por lo menos, un escalofrío. Los dejo con la historia.
En cada sombra
¡Hola, amigos! Hoy les traigo un micro que participa en la convocatoria de El tintero de Oro de David Rubio. El reto, dedicado a las Fobias, consiste en escribir un micro de hasta 250 palabras. Existen muchas fobias, algunas parecen muy graciosas, otras muy extrañas. Como ejemplo vaya la fobia a los truenos o brontofobia, o la fobia al Papa o papafobia o la Hipopotomonstrosesquipedaliofobia: ¡miedo a las palabras largas! (¿Quién no lo tendría?) En fin… Como nota de color, debo decir que pensé en escribir algo humorístico, pero… ¡me ganó el espanto! Y escribí sobre una fobia muy común, diría tradicional. Algún día se me ocurrirá seguir con las otras. Espero que les guste.

Flash de terror – En cinco movimientos
¡Hola, amigos! Les traigo un poco de terror, mejor dicho, de horror en un micro verdaderamente espantoso.
“Este puso un huevito”. Y la mosca se posó sobre la herida de la pierna.
“Este lo cocinó”. Un cosquilleo allí, inalcanzable. La herida se sentía caliente, como incubadora.
“Este lo peló”. Un movimiento enloquecido. Ardor y locura. Algo abriéndose paso.
“Este le puso la sal”. ¡Cómo ardía! La piel se rasgaba para permitir la entrada de mil pequeños monstruos.
“Y el más chiquitito…”.
(C) Meg
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