el tintero de oro
Vértigo
¡Hola, amigos! Esta edición entre semana participa de la convocatoria de El tintero de Oro, de David Rubio. En esta ocasión, la propuesta es escribir un micro en hasta 250 palabras apelando a un sentimiento. Se trata de transmitir ese sentimiento, de hacerlo vívido a través de la palabra. Veamos si lo logré.
Un botón y la furia del motor emitió un rugido. El piloto inspiró una gran bocanada de aire. Los latidos se hicieron más sonoros en sus sienes. La palanca de cambios parecía temblar. La mano del piloto la sujetaba con fuerza, transmitiendo por la firmeza de su agarre la fuerza que le quería imprimir a la máquina. Un sonido lejano se perdía indistinguible. Acá, ahora, el sonido de la aceleración. Primera, y el pie en el acelerador como una daga. Los neumáticos rechinaron contra el pavimento. El embrague se soltó con suavidad, pero rápidamente. Una flecha. Un cañonazo disparado contra el paisaje allá enfrente. La ruta una serpiente emplumada, como si fuera a remontar vuelo de inmediato. Segunda, y el sonido se hizo más suave. Los latidos se aceleraron, los músculos tensos como cuerdas de violín. El velocímetro siguió su marcha. Tic Tac. Tercera. El auto se comía la ruta en un vuelo rasante. Las manos firmes sobre el volante. Un mínimo temblor. Cuarta. La respiración contenida, apenas la suficiente para no romper la concentración. Las manos algo sudorosas. Tic Tac. El retrovisor se despedía del paisaje. Quinta. El sudor de las manos aumentó. El corazón a toda marcha. Los músculos se relajaron un poco, había alcanzado la máxima velocidad de la máquina. Estaba volando, estaba rompiendo sus propias marcas. Un temblor y una duda. ¿Llegaría más allá? La última vez había atravesado los 500 km/h. El motor seguía rugiendo. El paisaje era historia. Se bebía el futuro. Vértigo.
(C) Meg
El retrato
¡Hola, amigos! Esta entrada participa del reto del mes de El tintero de Oro, de David Rubio. En esta ocasión se trata de llevar una escena cinematográfica a la prosa. El procedimiento se llama novelización y se ha usado mucho con películas que luego fueron convertidas en novelas. Nosotros en hasta 250 palabras tendremos que intentar narrar una escena. Veamos cómo me fue con esta escena de Titanic, una de mis favoritas. ¿Recuerdan cuando Jack dibujó a Rose? ¿Cómo lo podría haber relatado ella?
Conmigo no
¡Hola, amigos! Esta entrada participa de la convocatoria del mes de El tintero de oro, de David Rubio. La propuesta es escribir en hasta 900 palabras una historia protagonizada por un personaje enfrentado al mundo, excéntrico y único. ¡Menuda tarea! El personaje que les traigo es un argentino que… Bueno, lo van a tener que leer para conocerlo. Aquí los dejo con el relato.
Extra! Extra! La furia del Lanín
¡Hola, amigos! Esta edición extra es para participar del reto de este mes de El tintero de Oro. La consigna: escribir en hasta 250 palabras una historia inspirada en un mito. El relato que les traigo es una reelaboración de una leyenda mapuche y se refiere al volcán Lanín, un volcán que no tiene actividad actualmente, pero que lo tuvo en su momento.
El volcán Lanín se encuentra en la cordillera central de los Andes, en Argentina. Se dice que está habitado por el Pillañ (espíritu) de un valiente lonko (cacique) llamado Lanín y él es un defensor de la naturaleza que no admitió la invasión de los huiliches. Visto a la distancia, el volcán en actividad podría pensarse como un monstruo, un ser incontrolable y peligroso. Los dejo con el relato.
En un suspiro…
¡Hola, amigos! Hoy entrega especial para el concurso El tintero de oro de David Rubio. La propuesta es homenajear al gran Philip Dick, genial representante del género Ciencia Ficción. La idea es escribir un relato futurista donde androides y humanos forman parte de un mismo entramado social… o no. La extensión no podrá superar las 900 palabras. Yo llegué justito al límite de palabras permitidas, la historia pedía más, pero ya saben cómo es.. Espero que les guste mi aporte.

Una promesa
¡Hola, amigos! La entrada de hoy es para hacer los honores al reto del mes de El tintero de oro, de David Rubio. El mismo consiste en escribir un micro, de hasta 250 palabras, en el que el protagonista sea un villano. Menuda tarea, pero tarea divertida, porque ¿quién no ha fantaseado alguna vez con encarnar a un villano a quien le hagan cosquillas todas las reglas? Bueno, espero que mi aporte les guste.
Detrás de las coincidencias
¡Hola, amigos! La entrada de hoy se debe a que comenzó otra temporada de Concurso El tintero de Oro, de David Rubio. En esta ocasión, homenajeamos al gran Francis Fitzgerald, autor de El gran Gatsby. La propuesta es escribir sobre una historia de amor en la que se deba hacer frente a algún prejuicio. Mi aporte es un poco… extraño o poco convencional. Espero que les guste.

Reto El tintero de Oro – Memoria maravillosa
¡Hola, amigos! Hoy entrada doble porque volvió David Rubio con su Tintero y sacudió la neurona para escribir un poco más. En esta ocasión nos invita a tomar una cita de escritor y escribir un microrrelato de hasta 250 palabras. Veamos qué salió…

Le preguntaron qué había hecho durante la pandemia y ella respondió que había dado la vuelta al mundo y además había hecho algunos descubrimientos fascinantes. Nada quedaba en su memoria de las largas tardes de tedio mirando las noticias del Facebook o del Instagram. Tampoco recordaba las angustiantes mañanas en las que no tuvo con quien hablar o las noches en que el fastidio le ganaba porque ya había visto todas las películas de Netflix.
Todo en su vida cambió gracias a un aviso en Internet que anunciaba la “memoria maravillosa”, una de esas publicidades engañosas, había pensado, pero que eran lo suficientemente atractivas como para probar. Solo un rato mirando el video de entrenamiento y ya sus aburrimientos se habían convertido en interesantes experiencias llenas de aventura, peligro y emoción.
Lo que no previó fue que su amor por la tranquilidad y la paz se vería alterado para siempre. A partir de ese día, sintiendo que había sido capaz de vivir tales aventuras, su vida se transformó, porque sus locas ideas se convirtieron en realidades palpables. Así que la “memoria maravillosa” le transformó en una “vida maravillosa”.
Alguna vez le preguntaron si se puede cambiar la forma de ser. No supo qué responder, su “memoria maravillosa” no había dejado rastros de su anterior vida aburrida.
Cita: “Los recuerdos solo pueden cambiar el pasado menos interesante”. Rayuela, Julio Cortázar
Toc, toc, toc
¡Hola, amigos! Llega otra propuesta de David Rubio en su Tintero de Oro. Este mes, con un grande entre los grandes. La idea es homenajear a Edgar Allan Poe y qué mejor que tomar un elemento de alguna de sus obras y crear un relato bien gótico. Esa es la premisa y con esa idea trabajé para lograr el relato que les comparto a continuación. Al final del mismo, para los distraídos, les comento cuál fue el elemento que elegí. Ojalá lo disfruten y se les erice la piel. (risa macabra…)
La sala, presa de la más tangible negrura, resonaba con un golpeteo constante de anciano con bastón.
-Toc, toc, toc.
El tiempo nos permite desplegarnos, pero también nos puede hacer su presa. El tiempo, viejo tirano, amigo del olvido, hoy es mi enemigo.
Fake news del futuro – 2032 Odisea del ciberespacio
¡Hola, amigos! Un nuevo reto de El tintero de Oro de David Rubios. En esta ocasión, nos propone redactar un artículo del periódico ¡del año 2031! Una idea que nos pone a pensar en un futuro no tan lejano. ¿Qué podemos vaticinar sobre este futuro que está ahí nomás, a la vuelta de la esquina? Veamos… A mí se me ocurrió que la burocracia no nos dejará en paz en el futuro. Cuando lean el artículo van a ver. Espero que les guste.
Queridos lectores, una vez más, los gobiernos encontraron otra forma de enredarnos en su fútil burocracia. El caso es que el Consejo de los 7 grandes decretó para este 2032 que se exigirá una clave electrónica, para acceder a las redes. Sí, señora y señor. Así como lo leen. Ahora para poder googlear: “remedios caseros contra la halitosis”, usted deberá obtener su permiso.
Muchos imaginan que es un simple trámite de alta de usuario. Pues, no. En pleno 2032, con los avances en fibra láser y conducción líquida de electrones, para obtener la habilitación habrá que registrarse personalmente en el municipio de su zona. En poco más de cinco minutos, un funcionario vinculará a su documento de identidad electrónico (DIE), una dirección IP propia e intransferible.
¡Imaginen las familias en las que hay varios niños! ¿Quién entra a la red y quién sale? Todo un engorro en el que los padres tendrán que terciar para que el gobierno cumpla con su sacrosanta misión de prevenir el terrorismo y otros delitos.
¡La policía informática estará de parabienes! Tendrán millones de alertas para monitorear. ¿Imaginan entrar en una página de sexo virtual? No se les ocurra. ¿En una página sobre armas? Ni hablar. ¿Buscar información sobre cómo hacer una bomba casera? No se los recomiendo. Lo que sí les recomiendo a nuestros señores ideólogos de la seguridad, es que desarrollen algún algoritmo para detectar falsas alarmas, porque se les van a llenar las comisarías con adolescentes transgresores y los malhechores, bien, gracias.
(C) Meg
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