El agujero negro – XVII – Ta te ti

En las instalaciones de Todo a la Vista, Mercedes Matas elegía el vestido con el que saldría al aire. El color verde le quedaba mejor que el azul, aunque tanto verde la hacía ver como un dólar. Si tan solo esa noche hubiera un cambio de noticias. Ya estaba harta de la mancha estelar. Ya no creía nada de lo que la producción le guionaba, pero no tenía forma de escapar de esa estructura.

─La mancha sigue acercándose a la Tierra. Su marcha es precisa. Se dice que de no cambiar el rumbo impactará contra el planeta en menos de una semana.

─Disculpa, te voy a corregir. Técnicamente no sería un impacto. Al tratarse de algo muy denso nos absorbería ─dijo el muchacho del clima.

─Gracias por tu precisión, Víctor. Ahora que estamos más tranquilos ─dijo molesta─, seguimos con la programación.

Alguien de detrás de cámaras le hacía señas a Mercedes. Ella bajó del set y se aproximó al hombre.

─Averigüé lo que me pediste. La mancha es real.

─¿Estás seguro?

─Sí. Completamente. Todos los observatorios del planeta la están siguiendo. Está sobre nosotros.

─Vamos a tener que pedir un último deseo, entonces.

─No tanto. Dicen que pasará como una nube. Calculan que solo habrá algunas zonas afectadas. Las que estén de cara a ella cuando pase.

─¿Se sabe qué zonas son esas?

─De acuerdo con la trayectoria y la velocidad, suponen que podría ser el hemisferio Sur.

─Sonamos.

─Sí. En otros países están inventando aparatos y trajes especiales, por si la radiación es mayor a la esperada.

─¿Y acá?

─Acá nada. El gobierno no dice que esté haciendo nada.

Mercedes volvió al set. Inmediatamente su rostro reflejó la preocupación por lo que había escuchado fuera de cámara. La enfocaron en un primer plano y sus ojos reflejaban la luz.

─Buenas noches, seguimos con más noticias. Me informan que fuentes del gobierno están ofreciendo descuentos en viajes a quienes quieran emigrar al hemisferio Norte en las próximas dos semanas. Por supuesto, los costos de los viajes son privativos. Sin embargo, también habrá un registro para quienes deseen participar de un concurso por cinco pasajes gratis. En pantalla aparecerá el número telefónico y la dirección web para realizar las consultas ─leyó del cartel que le habían puesto delante.

─¿Habrá que controlarla?

─Para nada. No se metería con el guión.

─Bueno. Muchas gracias.