Mítica solución

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Resultado de imagen para vino y sandíaA veces el barrio es fuente de historias. Estaba en la verdulería, esperando que me atendieran, cuando me puse a conversar con una vecina sobre las vueltas de la vida y ella me contó esto que voy a relatar que, no por divertido, deja de ser un tema a considerar…
Resulta que una amiga de mi vecina estaba muy enamorada de un hombre. Para resguardar su privacidad diremos que eran Paula y Daniel.
En el imaginario popular rondan muchos mitos. Paula era de esas personas sabedoras de esos conocimientos, incapaz de apoyar una cartera en el piso, pasar la sal sin apoyar sobre la mesa o pasar por debajo de una escalera.
Cómo dejó de ser supersticiosa es algo que pasó por una razón muy poderosa.
Resulta que, como había dicho antes, Paula estaba muy enamorada de Daniel y se casaron y pasaron muchos años felices, pero llegó un día en que Daniel la engañó. No nos vamos a entretener en cuestiones como si había o no un motivo para ello. Baste decir que ella no tardó mucho en descubrirlo. Lo pilló por unos mensajitos de wathsapp y porque le descubrió una cuenta de Facebook pirata.
El idilio se transformó en martirio. Ella no se animaba a enfrentarlo y pasaba momentos de furia interna cuando él se le acercaba con fines románticos que despertaban en Paula cierto asco al imaginar que él había puesto sus manos en otra.
Un día tomó coraje y fue a hablar con una adivina que vivía en el otro lado de la ciudad: “Si no puedes contra esas mujeres vas a tener que ocuparte de él” fueron las palabras dichas con cierto tono oscuro de la adivina, quien también vaticinó que él tendría un final inesperado.
A esta altura de la historia hay que decir que Paula y Daniel ya tenían 63 años, por lo cual su vida íntima estaba bastante reducida y él aprovechaba sus “buenos momentos” con mujeres de menor edad, cansado de esperar a su mujer.
La cosa es que Paula bullía de enojo ante cada desaparición de su marido y llegó a tal punto que decidió ponerle fin a su martirio. Para eso recurrió a una de las recetas de la abuela y preparó una rica cena coronada por un postre de sandía, acompañada de un buen vino.
Muchos pensarán que quiso matarlo con la combinación. Pocos saben que eso es un mito. Después de la cena Daniel se sentía como un toro reproductor y Paula estaba radiante, dichosa, pero por motivos inconfesables.
¡Cuidado hombres! La combinación opera como el Viagra y nuestro amigo Daniel salió a hacer de las suyas toda la noche, sin tregua.
“Ya no estás para esos trotes”, pensaba Paula y así fue. Se lo trajeron a la madrugada boqueando como un pez fuera del agua y pidiendo sus pastillitas para el corazón.
Se lo hizo una, dos, tres veces. Las “amigas” de Daniel huyeron despavoridas por sus ataques imprevistos y Paula lo esperó hasta que él se cansó de escabullirse.
Las supersticiones parece que tienen una base real y se crearon para tener a raya algunos efectos. Paula lo entendía perfectamente, pero se cuidó muy bien de decírselo a su marido. Prefirió seguir manejando ella sus “arranques” y tan mal no le fue porque Daniel volvió a buscarla cada vez que ella encontraba casualmente sandías en la verdulería. Y no hay que olvidar decir que ella también disfrutaba del cuestionado postre…

(C) Meg

6 comentarios sobre “Mítica solución

    rosaboschetti escribió:
    12 marzo, 2019 en 3:05 pm

    Muy pícara la tal Paula, lástima que esperó tanto tiempo para preparar las ricas recetas de la abuela.

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    David Rubio escribió:
    12 marzo, 2019 en 10:37 pm

    Ja, ja, ja… Desde luego que hay que mantener la mecha encendida… y bien controlada. Divertido relato, Mirna. Un abrazo!

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      mireugen respondido:
      12 marzo, 2019 en 11:54 pm

      Gracias, David!!! La mecha encendida y cuidar a quienes nos rodean.
      Un abrazo

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    Federico Rivolta escribió:
    13 marzo, 2019 en 11:00 pm

    Por fin entiendo el por qué del peligro de combinar vino con sandía.
    Esta Paula es de cuidado.
    Muy divertido tu cuentito, Mirna; además lo cuentas de un modo que me queda la duda si es una historia verídica.
    Un abrazo!

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      mireugen respondido:
      13 marzo, 2019 en 11:28 pm

      Hola, Fede. A mí me pasó lo mismo, me enteré de esto a partir de la lectura de unos mitos urbanos. Verídica o no, la historia es posible. jaja
      Un abrazo

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