Cenicienta argentina
Hola, soy Cenicienta. En este preciso momento me encuentro en la cocina, escuchando a lo lejos los preparativos de mis hermanastras para ir al baile.
Ya conozco cómo va la historia… Sé todo eso de llamar al hada, la carroza y el zapatito. Pero tengo un problemita. ¡Hoy es día de paro! Las hadas se revelaron en contra de los trabajos sin paga y para colmo de males, los empleados de la casa de carrozas están marchando por mejores condiciones laborales.
No me iba a dar por vencida, por eso decidí ir al cajero automático para sacar unos pesos y comprarme el vestido. (Algunos ahorros conseguí hacerme con muchos sacrificios). Como hoy es feriado, hoy entregan menos plata… No obstante algo saqué, pero fui a la tienda y no encontré algo lindo de mi talla (¡solo había XS, S y M!), así que tuve que comprar un vestido horrible XL que me hace parecer calabaza.
Me compré un champú nuevo (el que uso siempre es muy barato y tiene poco perfume), pero el champú que me recomendó la chica de la tienda me produjo una reacción alérgica porque no estoy acostumbrada a los lujos…
iQué decir de los zapatos…! ¿Cristal? Ya no los hacen. ¿Cuero? Tampoco. Solo hay zapatos de plástico con unas plataformas enormes que parecen para la caminata lunar, pero ni se te ocurra subirte porque te podés fracturar el tobillo en una vereda rota ya que la iluminación de las calles está dejando mucho que desear.
¿Quieren saber más? Hace un rato dijeron en la radio que los subtes están haciendo huelga por la cuestión de la seguridad (mataron a uno en un andén), así que no voy a tener en qué volverme a la noche.
Auto no tengo, como imaginarán. ¿Vieron el precio de la nafta? Tampoco tengo celular para llamar un remise, porque de tantas propagandas que me envió sin pedir permiso la empresa telefónica, se me agotó el crédito.
Fui a buscar la bici vieja que estaba en el fondo y me encontré con que se la llevó el jardinero para hacer changas porque no le alcanza con lo que le pagan del plan de ayuda del gobierno. (Hace meses lo despidieron por reducciones de costos).
Una cosa es segura y es que mis hermanastras van a ir. Ellas tienen amigos en el poder que les envían limusinas hasta la casa, modistas que les hacen la ropa a medida, piden zapatos en las mejores zapaterías y les hacen los peinados a domicilio.
Le quería mandar un whatsapp al príncipe, pero no tengo internet porque no me pasé a 4G por las altas tarifas que nos regala la inflación. Así que les pido que alguien le diga que tuve toda la intención de ir, pero en este país para llegar a ser princesa, primero hay que ser presidenta…
Meg
17-06-16
18 junio, 2016 en 9:44 am
¡Ayyy la crisis! está dejando a los países para el arrastre y a los modestos ciudadanos en la miseria. ¡Menudo cuento que tienen los gobernantes! Alí Babá y los cuarenta ladrones eran puros aficionados al lado de estos descarados mangantes de guante blanco y cara dura.
Besos
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18 junio, 2016 en 1:57 pm
Es nuestro cuento de hadas convertido en un cuento de terror…
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18 junio, 2016 en 5:32 pm
jajajaja, si veo al príncipe le aviso 😉
Gran cuento!! Saludos!
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18 junio, 2016 en 6:38 pm
Algún día estos oportunistas ladrones tendrán su merecido. Bueno, eso es también un cuento de hadas…
Un abrazote, Mirna.
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19 junio, 2016 en 10:30 pm
Estos cuantos modernos están a la altura de cada país, Un abrazo y suerte
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